Con los cuidados necesarios y las mismas ganas de siempre, secundaria vuelva a las aulas.
La inmensa alegría de que confirmar que pesar de la distancia, nada pudo detener el aprendizaje y la enseñanza. La inmensa felicidad de saber que no hay virtualidad que pueda sustituir el encuentro educativo.
¡Vamos por más!
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